¡Sumérgete en una aventura llena de amistad y aprendizaje! Acompaña a Sofía, una pequeña serpiente juguetona, en su emocionante día en el parque. Descubre cómo la bondad puede transformar a un elefante gruñón y cómo la amistad es el tesoro más valioso.
En un patio de juegos lleno de colores y risas, vivía una pequeña serpiente llamada Sofía. A Sofía le encantaba jugar al escondite entre los columpios y toboganes. Pero un día, un elefante grande y gruñón llamado Ernesto llegó al patio de juegos. Ernesto no era muy amigable, y le gustaba molestar a los demás. ¡Ernesto quería pisar a Sofía! Sofía, asustada, gritó: "¡Ayuda!" Afortunadamente, su amigo Coco el cocodrilo estaba cerca. Coco era un cocodrilo muy valiente y rápido. Coco le dijo: "¡Sube a mi cola, Sofía! ¡Yo te salvaré!" Sofía rápidamente se deslizó por la cola de Coco, y Coco la alejó del elefante gruñón. De repente, un tigre grande con cara de pocos amigos apareció en el patio de juegos. ¡Se llamaba Teo! Ernesto el elefante pensó que Teo también iba a ser malo, pero se equivocó. Teo se acercó a Ernesto y le dijo: "Ernesto, ¿por qué estás siendo tan gruñón? ¡Es mucho más divertido ser amable!" Teo le enseñó a Ernesto cómo hacer mimos suaves y cómo decir cosas bonitas. Ernesto aprendió que ser amable era mucho mejor que ser gruñón. Empezó a dar mimos a los árboles y a saludar a los pajaritos. Ernesto se disculpó con Sofía y Coco. Desde ese día, Ernesto, Sofía y Coco se convirtieron en los mejores amigos y jugaron juntos en el patio de juegos, compartiendo risas y mimos. Moraleja Ser amable con tus amigos te hace feliz y hace felices a los demás. ¡Siempre es mejor dar un abrazo que un pisotón!